AÑORANZAS ROMANAS

 

CARDENAL RAFAEL MERRY DEL VAL Y ZULUETA-WILCOX
Secretario de Estado de San Pío X




Nació en Londres el 10 de octubre de 1865, en el n.º 33 de Gloucester Place, Portman Estate (Marylebone).​Descendiente de una familia noble irlandesa, de Wild Geese, oriunda del condado de Waterford y afincada en Sevilla en el siglo XVIII, era hijo de Rafael Carlos Merry del Val (1831-1917), natural de Sevilla, y de Sofía Josefa de Zulueta y Wilcox, nacida en Londres, que casaron en Madrid en 1863; nieto paterno de Rafael Merry y Gayte y de María de la Trinidad del Val Gómez, oriunda de Aragón, y materno del banquero y senador español Pedro José de Zulueta y Madariaga, II conde de Torre Díaz, natural de Cádiz y oriundo de Álava, y de la británica Sofía Wilcox van der Gutch, nacida en Northampton y de ascendencia escocesa y neerlandesa. (Wikipedia)

VISTA DEL ST.CUTHBERT COLLEGE- SEMINARIO CATÓLICO
USHAW- INGLATERRA

VIRGEN DE USHAW

su padre, diplomático de carrera, fue embajador de España en Bélgica y ante la Santa Sede y ministro plenipotenciario en la corte imperial de Viena, académico de número de la Real de Jurisprudencia y Legislación, caballero de la Orden de Malta, grandes cruces de las de Carlos IIIIsabel la CatólicaSan Esteban de Hungría y San Gregorio Magno, y gentilhombre de Cámara de los reyes Isabel IIAlfonso XII y Alfonso XIII.
EN 1890 COLABORA CON EL B EATO MANUEL DOMINGO Y SOL EN LA
FUNDACIÓN DEL COLEGIO PONTIFICIO ESPAÑOL DE ROMA

En 1888 fue ordenado sacerdote secular. En 1890 colaboraba con el beato Manuel Domingo y Sol
 en la fundación del Colegio Español de Roma.
En 1900 el papa León XIII le nombró arzobispo titular de Nicea y presidente de la Pontificia Academia de Nobles Eclesiásticos (actualmente Academia Pontificia Eclesiástica).
A la muerte de dicho pontífice, fue secretario del accidentado cónclave de 1903, que el 4 de agosto eligió para sucederle al cardenal Sarto, hoy venerado como san Pío X. El mismo día de su elección, el nuevo papa nombró a Merry del Val pro-secretario de Estado en sustitución del cardenal Rampolla,     El nombramiento del español sorprendió a muchos por su juventud (tenía 38 años) y porque no era purpurado. En el consistorio del 12 de noviembre del mismo año fue nombrado cardenal presbítero, del título de Santa Práxedes, y confirmado como Secretario de Estado en propiedad, cargo que mantendría durante todo el pontificado de Sarto junto con el de prefecto de la Casa Pontificia.
En 1914, tras acceder al solio Benedicto XV, el cardenal Merry del Val cesó en dichos cargos, 
En 1920 acudió como legado pontificio a Asís, con motivo del primer centenario del hallazgo del cuerpo de san Francisco y para el Congreso Catequético de Umbría.
Desde el 14 de octubre de 1914 y hasta el día de su muerte fue secretario de la Sagrada Congregación del Santo Oficio, por designación de Benedicto XV. Este cargo era por entonces el máximo de dicho dicasterio, ya que su prefecto nato era el mismo papa.
Falleció en Roma el 26 de febrero de 1930, mientras era operado de apendicitis. Había manifestado su deseo de ser enterrado cerca de san Pío X, por lo que su cuerpo descansa en las grutas de la Basílica de San Pedro. En 1953 se inició su proceso de beatificación. Actualmente es venerable.(DE WIKIPEDIA)

(Murió apenas se le aplicó el éter; no durante la operación porque no llegó ni a la incisión. Para muchos de sus biógrafos contemporáneos del Cardenal la consideran como una muerte extraña) D.C.

                                           CARDENAL

AÑO 1902- OBISPO- TITULAR ARZOBISPO DE NICEA
 
CARDENAL-SECRETARIO DEL CÓNCLAVE AGOSTO 1903


VATICANO- 12 NOVIEMBRE 1903

TRABAJANDO Y SUFRIENDO JUNTOS 
POR LA IGLESIA

del Padre José María Javierre -
VATICANO- 12 NOVIEMBRE 1903

12 ENERO 1914 - PREFECTO REVERENDA FÁBRICA  DE SAN PEDRO


La Fábrica de San Pedro (en latín Reverenda Fabrica Sancti Petri), es un ente creado expresamente para la gestión del conjunto de las obras necesarias para la realización arquitectónica y artística de la Basílica de San Piedro en el Vaticano. El ente se encarga de la gestión del complejo, se ocupa de todo cuanto sea necesario para el restauro y el decoro del edificio, de la disciplina interna de los guardianes y de los peregrinos y obra en acuerdo con el Capítulo de la Basílica Vaticana.Recientemente el Vaticano ha abierto los archivos a los estudios: entre los preciosos documentos catalogados hay miles de notas, proyectos, contratos, recibos, correspondencia (por ejemplo entre Miguel Ángel y la Curia Romana), que constituyen una documentación sui generis en la vida práctica cotidiana de los artistas implicados. 


LA RESTAURACIÓN DE LAS BALDOSAS (CERÁMICOS) QUE RODEAN 
AL ALTAR DEL PAPA, FUE EFECTUADA CON EL PECULIO PERSONAL
DEL CARD. MERRY DEL VAL

BAJO EL ALTAR ENTRADA A LA TUMBA DE SAN PEDRO

VISTA POSTERIOR DEL ALTAR, HACIA LA ENTRADA A LA BASÍLICA

"HECHOS QUE PASAN, HOMBRES QUE PERMANECEN" 

                                                              TRASTEVERE
Trastevere, barrio de Roma, al borde del río Tíber, no lejano a la Sede del Vaticano



» Piazza Santa María in Trastevere (Viale Trastevere): Corazón del maravilloso Trastevere,
 ésta es una auténtica plaza romana
Ocupando altísimas dignidades, no dejó de desarrollar, todas las tardes durante cuarenta años, un apostolado oculto y muy fecundo entre las familias menesterosas y los jóvenes del Trastévere, donde había fundado para ellos la «Pía Asociación del Sagrado Corazón de Jesús», una de las agrupaciones juveniles más activas y florecientes de Roma, durante largos años. En su tumba, en la cripta vaticana, quiso que se escribiera solamente su nombre con estas palabras: «Da mihi animas, caetera tolle», - «Dame almas, y quítame lo demás» -«la aspiración de toda mi vida».

Antigua Capilla de la Pía Asociación del  Sagrado Corazón de Jesús
en Trastévere - Roma   Fundada por el P. Merry del Val

Cuando recibió la consagración episcopal, en la iglesia nacional española de S María, en Roma ante una concurrida asistencia y la presencia de sus padres, en vez de ofrecer el habitual refresco prefirió engalanar una comida a 200 pobres de ambos sexos, a cada uno de los cuales les fue dado un traje nuevo. Entre los regalos recibió una modesta cruz pectoral ofrecida  por los jóvenes de su Asociación del Sagrado Corazón de Jesús de Trastevere, a la cual tuvo gran estima y la usó por muchos años.(Mons.Pío Cenci)

La Asociación fue creciendo. En el Gimnasio de la Asociación del Sagrado Corazón de Jesús en Vicolo de la Valtellina - Roma

Su caridad fue verdaderamente  heroica  digna del Pobrecito de Asís. Del cual poseía el espíritu, como resultado de una gran cantidad de beneficiados en Roma y en otros lugares, los que hoy lo cuentan. Y lo que más precisamente resplandece de viva luz en el artículo de Bazin es el aspecto espiritual del pío Cardenal, del cual el autor describe largamente los rasgos interiores característicos y el apostolado práctico dando amplio espacio a la importante  obra fundada y dirigida por el Cardenal de la Pía Asociación del Santo Corazón de Jesús en Trastevere, a la cual el Cardenal se consagró durante 40 años, dando un ejemplo luminoso de celo apostólico y de acción católica por el bien de la juventud. Con este propósito  el autor resalta que el Cardenal se dirigió al Trastevere  entre sus dilectos hijos la antevíspera de su muerte, y, después de haber hecho alusión a la profunda devoción, se podría  decir, al culto del popular Trastevere hacia el amantísimo Cardenal Merry del Val, Bazin termina el escrito citando una palabra de un escritor italiano, lleno de significado: “Cosas que pasan, hombres que permanecen” de René Bazin-
En ocasión de su muerte se produjeron emotivos encuentros entre los socios que habían recibido su ayuda desde su más tierna infancia, siendo en 1930 ya adultos padres de familia, reunidos en el adiós al padre adoptivo que los asistió hasta los días anteriores a su sorpresiva muerte. de Pío Cenci-trascribe de René Bazin. (Traducción del italiano por Delia Cabrera)
 A pesar de ocupar altísimas dignidades, no dejó de desarrollar, todas las tardes, durante 40 años, un apostolado oculto y muy fecundo entre las familias menesterosas y los jóvenes del Trastévere. Nótese que no hacia público este apostolado, con humildad y caridad avanzó en todos esos años. No como ahora que "la misericordina" es publicada en todos los medios de comunicación y por videítos vaticanos.

 ¡Oh!, Beata Virgen María, Madre de Dios, Reina y Madre nuestra dulcísima, vuelve vuestros  piadosos ojos hacía Inglaterra que lleva el nombre de vuestra dote. Vuélvelos sobre todos nosotros que vivamente en Ti confiamos.  Por tu intermedio se nos dio el Cristo Salvador del mundo, fundamento de nuestra esperanza; y Tú misma por El nos fuiste dada para aumentar esa esperanza.  Ruega por nosotros dolorosísima Madre, por nosotros a quienes acogiste como hijos a los pies de la Cruz del Señor; intercede por nuestros hermanos disidentes, para que  unidos  a nosotros seamos recogidos en el único rebaño verdadero junto al Pastor Supremo, Vicario en la tierra de vuestro hijo. Ruega  por todos nosotros, ¡oh! piadosísima Madre, a fin de que por las obras virtuosísimas merezcamos contemplar Contigo a Dios en la Patria Celeste y de alabarlo eternamente. Así sea.
                           Oración creada por el Cardenal Rafael Merry del Val

UNA FECHA INOLVIDABLE - 26.2.1930
El 24 por la mañana, se levantó como siempre poco antes de las 6, y después de la meditación, o sea algo después de las 7, dijo la Santa Misa, que fue la última. Durante la mañana recibió varios Prelados y todo se desenvolvió, durante el día, normalmente. Hacia las 16,30, luego de haber rezado Vísperas y Completas junto con Mons. Canali y después de la acostumbrada visita al Santísimo en la Capilla privada, salió a pie con Mons. Canali, para hacer el acostumbrado paseo, que tenía por meta la Asociación de Trastévere.  El Cardenal estaba muy bien, tanto que ese día apuraba el paso más de lo acostumbrado; por esto Mons. Canali se creyó en el deber de rogarle de  ir más despacio. porque, soplando el siroco, podría sudar. En esa, que fue desgraciadamente la última visita a su cara Asociación, Su Eminencia se mostró  con los jóvenes, entre los cuales había algunos mayores, con una cordialidad y una alegría realmente paterna tomando parte en su recreación. En la tarde antes de comenzar los rezos correspondientes acusó un malestar diciendo a Mons.Canali “Siento un ligero malestar como de disturbio visceral” El martes 25 éstos no habían pasado, a la tarde al manifestarse algunas líneas de fiebre fue llamado el doctor Milani, el que diagnosticó un apendicitis. Más tarde ya se decidió la cirugía. Así comenzó el alba  del triste 26 de febrero, que debía ser el último día de la santa y preciosa vida del Cardenal Merry del Val.[………]
      Mons. Pescini que pudo asistir piadosamente a las última horas de Su Eminencia, ha escrito una relación de aquel trágico día; relato que bajo  el título “Una fecha inolvidable” fue publicado en el primer aniversario de la muerte del Cardenal en “Caritas”, boletín mensual de la Pía Asociación del Sagrado Corazón en Trastevere. 
Escribe Mons. Pescini: "He visto a Su Eminentísimo Cardenal el domingo 23 de febrero al mediodía y admirando su aspecto florido y lleno de vida, a pesar de las largas ceremonias por él cumplidas en la Basílica de San Pedro, me congratulé por la buena salud que gozaba. Y él me había afirmado una vez, que, gracias a Dios, se encontraba muy bien y no sentía ningún cansancio".

ASÍ MUERE EL JUSTO

 El miércoles 26 de febrero, a eso de las 6.30, mientras estaba por dirigirme para celebrar la S. Misa,  me llamaron por teléfono. Enseguida pensé en alguna triste noticia sobre el estado de salud de la señora María Sarto. En vez, con profunda y dolorosa sorpresa, oí la voz conmovida de Mons. Canali, el cual me solicitaba ir  al palazzino (Villa Santa Marta-yo) porque debía ser operado lo más rápido posible  el Eminemtísimo, a causa de un ataque de apendicitis. El doloroso desconcierto en que me dejó esta noticia, traté de dominarme, ilusionarme con que la robusta fibra de Su Eminencia podría superar sin dificultad la operación. En vez ¡qué triste desilusión! Fui inmediatamente a Santa Marta, encontrando antes en la escalera a Mons.Canali, embargado de una vivísima angustia por la grave y repentina enfermedad que había atacado a su Eminencia, y por las muchas consecuencias que se avecinaban. Mientras trataba de confortarlo lo mejor que  podía, él me condujo a la cabecera de Su Eminencia y me dejó. Muy sorprendido por mi visita matinal, La Eminencia me recibió con su acostumbrada serenidad y bondad, y me dijo: “Ha hecho bien en venir, me da un gran placer; esté cerca de Mons. Canali, porque se preocupa demasiado”  Luego de un momento de silencio, retomó: ”Vea un poco qué cosa quieren hacer estos…,dicen que debo operarme…, pero no sé,  ¿será realmente necesario?¡ No me siento tan mal!  Tranquilicé a su Eminencia apoyándome en la fe. La conversación decayó y me senté al lado de su lecho. Su Eminencia parecía absorto, y fijándome bien tuve la idea de que estaba invadido por una cierta inquietud, hábilmente retenida, por aquel perfecto dominio de sí mismo, que era su característica, y que a veces se había vuelto sublime en momentos de angustiosas  batallas. Junté todas mis fuerzas para mostrarme indiferente y exhortar a Su Eminencia a sostener la operación, comunicándole mis esperanzas, y sobre su óptima fibra y la notoriedad de los médicos que lo asistían; pero sobretodo bajo el abandono completo en el Dios de bondad, que dispone acá abajo cada cosa para nosotros la más ventajosa.  Después de haber quedado la habitación en silencio, pareciéndome que él quería reposar me retiré.
Mientras tanto, con Mons. Canali y Mons. Mancini, se concertó preguntarle a Su Eminencia si no quería recibir la Santa comunión. Elegido para esto, volví a la habitación y él con mucha calma, sin dejarme terminar, me dijo : “Pero sí, sí,  lo estaba pensando , quiero comulgar”
Inmediatamente Mons Mancini se dirigió a la Iglesia de Jesús en busca del confesor de Su Eminencia, P. Alisiardi, S.J., quien rápidamente fue al lecho del Eminentísimo. El mismo Padre, después de la confesión, le suministró la Santa Comunión, asistido por Mons. Mancini y por mí, que llevábamos los cirios, seguidos de Mons. Canali, del Rector del Seminario Español, de las Hermanas enfermeras y de otros familiares de Su Eminencia.  [………] Después de la Comunión quedó  tranquilo; se recogió en devota oración e y así quedó hasta que llegaron los médicos –para una nueva visita.[…..]
En la habitación contigua al dormitorio de Su Eminencia, transformada en sala operatoria, todo estaba listo. Yo, a pesar de todo me sentía fuertemente agitado por una opresión que no sabía definir, sin, a pesar de todo, prever una horrenda catástrofe. A las 3-5 entró el doctor Milani, el que previno a Su Eminencia que el momento de la cirugía había llegado: el doctor estaba extraordinariamente nervioso. El Eminentísimo con mucha calma (en aquel momento era el más tranquilo y sereno de todos) preguntó al doctor:¿Se me dará cloroformo?” – “No –respondió el doctor- se decidió suministrarle algunas gotas de éter para evitarle el dolor y estar más seguros. No queremos que Vuestra Eminencia tenga que sufrir mucho”[…}( Su Eminencia ya estaba en la sala operatoria.) Sigue Pescini.  Me quedé esperando. Después de algunos minutos de silencio, … Embargado  por una extraordinaria inquietud  me levanté; recuerdo que a mi lado, de rodillas con el Rosario en las manos, absorta en la oración…En la vecina Capilla Mons. Canali con otros íntimos recitaban el rosario, quise unirme yo también a ellos. No pude, luego de un corto momento salía corriendo, de la sala operatoria, el doctor Milani, completamente trasformado con las manos en los cabellos, y con voz  estrangulada le oí repetir : “Su Eminencia no respira más”…Este terrible anuncio fue conocido en un instante por todos los presentes…Mons. Mancini, dominándose de un modo extraordinario, corrió a la Capilla, tomó el Santo Olio y, con mi ayuda, entró directamente en la sala  operatoria y administró la Extremaunción a Su Eminencia, que yacía inanimado en el lecho… […]
La funesta noticia, se desparramó en Roma como un relámpago y afuera, afluyó  una muchedumbre de todas las clases; particularmente emotivas eran las escenas de dolor de los jóvenes de la Asociación del Sagrado Corazón  de Trastevere, los que bien podían afirmar que habían perdido un padre tiernísimo.
En la austera simplicidad de la estancia y del lecho, donde por unos buenos 15 años habitó, en la que no se veía nada de la pompa mundana, este gran Cardenal de nuestra Santa Iglesia reposó en la paz de Cristo.
 Sobre su rostro brillaba una extraordinaria sonrisa, una sonrisa del cielo, notado por todos, que hacía pensar: “He aquí como muere el justo"- Mons. Pescini- Contado por Mons. Pío Cenci en su obra "Il Cardinale Merry del Val" con prefazione del Cardinale Pacelli, (Traducido del italiano por Delia Cabrera)

  

  LETANÍAS DE LA HUMILDAD


LETANÍAS DE LA HUMILDAD. Rezaba todos los días al terminar la Misa sus
conocidas Letanías de la Humildad", que él mismo ponía en práctica.

Al recorrer su vida escuchamos las palabras de Jesús: "No me habéis elegido vosotros a mí, sino que yo os he elegido a vosotros, y os he destinado para que vayáis y deis fruto, y que vuestro fruto permanezca" (Jn 15, 16).
En el número del 15 de febrero de 1931 de la Revista de Dos Mundos, René Bazin, Académico de Francia, ha publicado un brillante artículo sobre el Cardenal Merry del Val al cual llama desde el principio al final: “gran Señor según el mundo y gran Señor según la Iglesia”.
 El autor describe en detalle la figura física, intelectual y espiritual del Cardenal,  aún, pasando en reseña los períodos más salientes de su vida tan fecunda de actividad…Señala el particular interés que León XIII demostró por el joven clérigo llegado a Roma para seguir los estudios sagrados, y, mientras debía entrar al Colegio Escocés, el Papa a último momento dispuso que entrara en la Pontificia Academia de los Nobles Eclesiásticos, y enumera las misiones y los encargos delicadísimos conferidos del gran Pontífice, que, caso único en nuestros tiempos, lo nombró Monseñor antes que fuera ordenado sacerdote.
  El claro autor pone en bella luz la predilección del Cardenal Merry del Val por Italia, de la cual en finísimo gusto fue un ferviente admirador, y pone estos sentimientos en relación  al afecto, la estima y la devoción, de las cuales era objeto entre nosotros, y anota que al concierto de las alabanzas  y del pesar universal  se asoció de modo particular una nota popular; porque –escribe el autor- este bello Cardenal poseía sobretodo una bondad extrema, se unía al pueblo más modesto, y cuando pasaba por las calles de Roma, era objeto de la admiración general por la nobleza y la distinción de toda su persona. La emoción que causó su muerte, ocurrida durante una operación quirúrgica, fue realmente insólita en Roma, aunque la ciudad esté acostumbrada a los grandes prelados.  El desfile del pueblo, que quería venerar  sus despojos, duró varios días, sin interrupción, a pesar del tiempo inclemente y a pesar de tener que esperar mucho tiempo  para entrar, debido a la multitud presente.
Se ha juzgado al Cardenal Merry del Val, en vida, de diferentes modos, y esto porque  había participado en los asuntos políticos y religiosos del siglo. Solamente ahora, que ha muerto, se comienza a conocerlo mejor. Mientras los testimonios de su intimidad, de sus ocupaciones, de su vida, dicen y recuerdan lo que han visto y sentido, y se manifiesta su pena, se cuenta algún juicio, se repite algo dicho por él, termina por formarse esta verdadera historia que no necesita de documentos o de rumores; vano polvo levantado, en el correr de la vida. La muerte de este gran Cardenal reveló a muchos el secreto de su admirable vida espiritual; así como del vaso que luego que se rompe, expande suaves perfumes que estaban en él encerrados.
El historiador, el admirador o el devoto que escriba la vida de este Cardenal se encontrará, impensadamente, frente a una duda y a una sorpresa; si, es decir, sea más grande y más válida  la vida de acción del hombre que tuvo tan larga participación en uno de los más fecundos y combatidos Pontificados de la Iglesia como fue el de San Pío X, o aquella acción nacida del espíritu, celosamente  sustraída de la mirada indiscreta del mundo.
      Cuando caminaba por las calles de Roma era objeto de  la admiración general por la nobleza y la distinción de toda su persona: se lo miraba con interés y se lo saludaba con simpatía… Pero este Cardenal tenía sobretodo una extrema bondad: mezclado entre el pueblo romano, aún entre la gente más modesta de este pueblo, entro los cuales vivió 40 años, donde cada uno podía contar algún rasgo de su amable y extraordinaria caridad.(hasta acá René Bazin)
       Con Rafael Merry del Val, llamado a desempeñar un singular papel en la Iglesia en los albores del siglo XX, Dios «se volcó» asombrosamente. Su porte sumamente distinguido, sin afectación, era el continente de una educación esmerada, un talento clarísimo, una voluntad de trabajo disciplinada y enérgica: era difícil encontrar juntas tantas cualidades en una sola persona.
  Cosmopolita, políglota, cultísimo, diplomático, músico, deportista, fotógrafo, profundamente espiritual, incansablemente apostólico, será, ante todo, sacerdote. 
  Especialmente, Pío X y Merry del Val tuvieron que sufrir juntos librando la batalla contra el modernismo, «cifra de todas las herejías».
  [...]   A la edad de dieciocho años, cuando la juventud le sonríe con sus promesas y encantos, el hijo del embajador entra en el Colegio Universitario de Ushaw para iniciar los estudios que le conducirán al sacerdocio.
Después de los estudios de filosofía y de recibir las órdenes menores, el seminarista Merry del Val, siguiendo el deseo del cardenal Vaughan, arzobispo de Westminster, parte hacia Roma para seguir su formación. Como joven clérigo entre sacerdotes que se preparan para los cargos diplomáticos de la Iglesia, Rafael se impone una norma de vida, repartiendo su jornada entre el trabajo y la oración, y renunciando a las pequeñas libertades concedidas a los alumnos. Con motivo de sus vacaciones en familia, se halla en contacto con la más alta aristocracia, pero rehuye en lo posible las visitas y las recepciones, llevando una vida retirada, edificando con su piedad a todos los que se relacionan con él.
Su equilibrada educación, su perfecto conocimiento de las principales lenguas europeas, así como las tradiciones diplomáticas heredadas de la familia, no tardan en llamar la atención de León XIII, que le confía varias misiones importantes. Aunque todavía no es presbítero, recibe el nombre de «Monseñor». No obstante, sin dejarse distraer por los honores precoces, aspira a subir al altar para poder consagrarse, por fin, al ministerio de las almas. Es ordenado sacerdote el 30 de diciembre de 1888; fiel a su divisa (Da mihi animas, caetera tolle – Dame almas y quédate con lo demás), emplea sus horas libres en ejercer el ministerio entre los niños del barrio pobre y populoso del Trastévere y junto a la aristocracia de lengua inglesa residente en Roma.
     Después de la muerte de Pío X, el cardenal Merry del Val ejerce la función de arcipreste de la basílica de San Pedro, además de colaborar con las congregaciones romanas; su sabiduría y experiencia merecen el siguiente comentario: «Es un maestro nato». Ejerce su profunda caridad fraterna por su acción, sobre todo a favor de la conversión de los anglicanos, y asegura la dirección espiritual de numerosas almas. Insiste en la confianza ilimitada y filial que debemos tener en Dios, y recomienda que nos mantengamos en paz allí donde Dios nos ha situado para cumplir su voluntad. Comparándola con su cargo anterior de secretario de estado, su nueva situación lo deja en la sombra, lo que no le resulta desagradable. De ese modo, encuentra la ocasión de conceder más tiempo a la oración y al estudio silencioso, poniendo en práctica su ideal: «Encontrar a Dios en la prosa santificante del deber cotidiano. Silencio y recogimiento. Oración y actividad. Sacrificio y amor». El cardenal Merry del Val es, en efecto, un hombre de oración.

De Mons. Pío Cenci.
Cuando fue consagrado Cardenal no quiso que se realizaran gastos por festejos u otras ceremonias; el dinero que se habría gastado para éstos fue empleado para socorrer a numerosos pobres. Lo mismo que había hecho para su consagración episcopal: sustituir el refresco con obras de caridad; se dirigió a la casa de una vieja señora extranjera, enferma y necesitada, para llevarle su primera bendición y su primera limosna

MERRY DEL VAL-SU LIBRO
Durante el Pontificado de SS-Benedicto XV,  escribió  el Cardenal Merry del Val  “El papa San Pío X: Memorias”.
Guardado el manuscrito hasta 1939 en que fue publicado, con el consentimiento del Cardenal Nicolás Canali, su albacea testamentario-Prologado por Antonio García y García, Arzobispo de Valladolid, quien fuera alumno del Colegio Español de Roma, en tiempos de San Pío X. Leemos en la solapa del libro: “Inestimable fue su estrechísima colaboración con el Papa a nivel pastoral, que trajo consigo consecuencias preciosas y trascendentales para fortalecer la vida cristiana y así contrarrestar la difusión del laicismo: la reforma de la música sacra (Merry era un excelente pianista y un finísimo compositor); la invitación a la comunión temprana de los niños; el impulso del Catecismo y de los estudios bíblicos, limpios de naturalismos y errores luteranos, con la fundación del Pontificio Instituto Bíblico; la codificación del Derecho Canónico; la reforma de la Curia Romana; la promulgación de leyes para la mejor disciplina del clero, con la reforma de los Seminarios; el fomento de la santidad sacerdotal, con la Exhortación apostólica Haerent animo. Especialmente, Pío X y Merry del Val tuvieron que sufrir juntos librando la batalla contra el modernismo, “cifra de todas las herejías”.”

Nadie podía dar tantos detalles sobre la personalidad y la vida de Pío X como éste. Fue testimonio de primera mano para el proceso de su Beatificación y Canonización, elevado a los altares por SS-Pío XII, tras un prolongado proceso de investigación, bajo el estricto control del Abogado del Diablo. Desde San Pío V(1872) a San Pío X (1914), es decir unos 342 años, no hubieron Canonizaciones, no porque  los Papas intermediarios no fueran merecedores, pero se era muy escrupuloso. No como actualmente que “papas santos” hay en serie; a “papa muerto santo puesto”. Una herética burla hacia Dios y hacia los fieles.

PIDIENDO LA CANONIZACIÓN DE AMBOS.


Conclusión. Una corta vida pero ¡qué larga vida!
Estudiando las obras de este eximio sacerdote diríamos que es alguien que ha vivido largamente; no es así, porque 64 años pasan como un soplo; aún habiendo muerto inesperadamente, en pleno vigor de sus facultades mentales y físicas, podría haber sembrado la buena semilla por mucho tiempo más. Sin dudar que para empezar podemos lamentar la pérdida de un futuro Papa ¡cuánto habría ganado la Iglesia y nosotros los fieles! ¡Dios nos lo da y también nos lo quita, es su voluntad, que ella se cumpla!
Durante todos esos años de intensísimo trabajo siempre encontró el momento para volcarse al prójimo, siguiendo aquel primer deseo de dedicarse al apostolado aplicado principalmente a la caridad y a la salvación de las almas. Sacrificios y desvelos practicando el proselitismo, sin desfallecer un átimo.
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Últimamente hemos sido sorprendidos por la equivocada “peregrinación” de sus familiares. Muy de lamentar.
Es evidente que han doblegado la voluntad del santo familiar. ¿Han sucumbido a la vanidad de la figuración social? Entregar la persona del tío y su memoria a una falsa iglesia, contra la cual el Cardenal Merry del Val estuvo luchando intensamente para detener este flagelo; en su momento lo consiguieron, pero actualmente si hasta sus familiares lo traicionan! ¡cómo no va a avanzar satanás ocupando los espacios que éstos les van dejando libres!.
Una reflexión ¿qué habría decidido Del Val ante este  “agasajo”, este desplazamiento multitudinario que habrá exigido un gran gasto? ¿No han visto al menos dos grandes ejemplos? El primero en su consagración episcopal y luego Cardenal?¿Qué eligió? A pesar de que entre los concurrentes a esos actos se encontraban altos dignatarios del clero y de la elite social y política, no ofreció el obligado refresco a la asistencia sino que todo ese dinero fue a los pobres, ESTA ES LA  ACCIÓN  QUE HABRÍA REPETIDO!
Y OTRA ABERRACIÓN : este que se dice papa(Francisco) es a la vista de todos un hereje, usurpador de la Sede de San Pedro, eso le consta ya a la mayoría de los católicos y de los no; pero la familia Del Val parece que lo ignoran. Revienta a los ojos la sibilina insistencia de Bergoglio de que NO HAY QUE HACER PROSELITISMO, es decir NO HAY QUE TRATAR DE CONVERTIR!!! déjalo“Es tu hermano, acércate peroDios hará el resto!"  ¡No se puede creer pero es así!  Es lo mismo que aconsejar ¡deja que pierda su alma, no lo ayudes, ¡qué te importa que se condene, déjalo! TODO LO CONTRARIO AL SUPREMO  ANHELO de Rafael Merry del Val!
Y CUANDO MANIFIESTAN -sus familiares- QUE DESEAN VERLO ELEVADO EN LOS ALTARES?  ¡Increíble!
¿Dónde ven altares? En España está peor el avasallamiento de la Iglesia que en muchos otros países; ¡que señalen en qué altares pueden venerar su imagen!. ¿En una mesa pagana? Entre los familiares asistentes, salvo una señora (por lo  menos bien visible) tenía la mantilla obligatoria. Comulgarán en la mano, de pie… Lo habría aceptado el vejado Rafael Merry del Val por sus propios familiares?
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Crítica a BerGOGlio de su macaneo a los visitantes.
Comparándola con su cargo anterior de secretario de estado, su nueva situación lo deja en la sombra, lo que no le resulta desagradable. De ese modo, encuentra la ocasión de conceder más tiempo a la oración y al estudio silencioso, poniendo en práctica su ideal: «Encontrar a Dios en la prosa santificante del deber cotidiano...Y repetimos 
(...)Ocupando altísimas dignidades, no dejó de desarrollar, todas las tardes durante cuarenta años, un apostolado oculto y muy fecundo entre las familias menesterosas y los jóvenes del Trastévere, donde había fundado para ellos la «Pía Asociación del Sagrado Corazón de Jesús», una de las agrupaciones juveniles más activas y florecientes de Roma, durante largos años. En su tumba, en la cripta vaticana, quiso que se escribiera solamente su nombre con estas palabras: «Da mihi animas, caetera tolle», - «Dame almas, y quítame lo demás» -«la aspiración de toda mi vida».


Que el Card. Merry del Val estuvo en la lista de un Cónclave?¿Cuando? Puesto que San Pío X fallece en 1914; él deja de ser Secretario de Estado, su nueva situación lo deja en la sombra...como Archipreste de la Basílica de San Pedro (Fábrica de San Pedro). Sigue Benedicto XV hasta 1922. El 6.2.1922 sigue SS Pío XI. El Cardenal fallece (repentinamente) el 26.2.1930. S:Pío XI muere el 10.2.1939.
 ¡Si hubiera participado en una lista seguro que iba a ser elegido Papa!

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PARA TERMINAR 
HOMENAJE AL EMBAJADOR RAFAEL CARLOS MERRY DEL VAL (1831-1917) Padre del Cardenal Rafael Merry del Val y Zulueta.
Su carta remitida al Presidente de EEUU. Delano Roosvelt- Publicada por el diario CRISOL de Bs As el 1.2.1939 :




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